Muchos de los padres que os asomáis a estas páginas le recordaréis como cantante de Nacha Pop, en los tiempos de la movida, otros por su carrera en solitario. En ambas formaciones escribió e interpretó verdaderos retazos de poesía. En un futuro, nuestros hijos oirán hablar de él, seguramente ya como un clásico de la música pop. Hoy ha muerto. A todos se nos ha ido algo. Dicen que llevaba muriéndose mucho tiempo. Vamos a recordarle, aquí, con su canción Estaciones.
Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un invierno frío
que dejé pasar.
Al doblar la esquina y en la acera,
di de bruces con la primavera,
no la vi llegar.
Un verano sin excusa
en otoño me olvidó la musa
me dejó marchar.
Me dormí en las estaciones
y ahora el tren parado por vacaciones
no quiere arrancar.
El silbato es la esperanza nueva
y por fin los campos ahí afuera,
van quedando atrás.
Ya se acerca la estación nevada
bajo y cumplo años de pasada
y una estrella más.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por esto vivo el día,
día simple, día claro,
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me han enseñado
que con hoy es suficiente.
Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un soñado estío
que hubo que pasar.
Al doblar la esquina en la primera
el otoño me enseñó quien era
me invitó a pensar.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por eso vivo el día
día simple día claro
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
Y por esto vivo el día
día simple, día claro.
Vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un invierno frío
que dejé pasar.
Al doblar la esquina y en la acera,
di de bruces con la primavera,
no la vi llegar.
Un verano sin excusa
en otoño me olvidó la musa
me dejó marchar.
Me dormí en las estaciones
y ahora el tren parado por vacaciones
no quiere arrancar.
El silbato es la esperanza nueva
y por fin los campos ahí afuera,
van quedando atrás.
Ya se acerca la estación nevada
bajo y cumplo años de pasada
y una estrella más.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por esto vivo el día,
día simple, día claro,
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me han enseñado
que con hoy es suficiente.
Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un soñado estío
que hubo que pasar.
Al doblar la esquina en la primera
el otoño me enseñó quien era
me invitó a pensar.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por eso vivo el día
día simple día claro
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
Y por esto vivo el día
día simple, día claro.
Vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
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